La condición propicia a la búsqueda de la verdad o de la expresión se halla a medio camino entre el hombre y la mujer: las lagunas de la «virilidad» son la sede del espíritu... (BP: 115)*
En un tribunal de la amargura todos serán absueltos, en primer lugar, la mujer...(OP: 259)
Si las mujeres son más felices que los hombres, es porque la gracia y la ingenuidad son en ellas mucho más frecuentes. (ECD: 104)
El amor es tanto más intenso cuanto que se halla vinculado a lo individual, a lo concreto, a lo único; se ama a una mujer por lo que la diferencia en el mundo, por su singularidad: en los instantes de amor supremo nada podría reemplazarla. Todas las demás formas de amor, a pesar de que tienden a ser autónomas, participan de ese amor central. (ECD: 131-132)
Aquella mujer tenía un perfil de Cleopatra. Siete años después hubiera podido pedir limosna en una esquina. Experiencia que debiera curarnos en el acto y para siempre de toda idolatría, de todo deseo de buscar lo insondable en unos ojos, en una sonrisa o en una voz. (EMY: 58)
La mujer fue importante mientras simuló pudor y reserva. ¡Qué deficiencia demuestra empeñándose en dejar de jugar el juego! Ahora ya no vale nada, pues se asemeja a nosotros. Así desaparece una de las últimas mentiras que hacían tolerable la existencia. (EMY: 64)
Si prefiero las mujeres a los hombres es porque ellas tienen la ventaja de ser más desequilibradas, es decir, más complicadas, más perspicaces y más cínicas, por no hablar de esa misteriosa superioridad que confiere una esclavitud milenaria. (EMY: 89)
Profundo estremecimiento en mi infancia al oír a mi padre, a su regreso del cementerio, contar cómo una joven madre que acababa de perder a su hija había estallado en carcajadas en el momento en que descendían el ataúd a la tumba. ¿Ataque de locura? Sí y no. Porque, en el fondo, cuando asistimos a un entierro y vemos el engaño de la vida desenmascarado de repente, a todos nos gustaría reaccionar como aquella mujer. Es demasiado fuerte, es casi una provocación: la naturaleza exagera. Resulta lógico que se pueda naufragar en la hilaridad. (DE: 50)
*Las abreviaciones son de sus libros en español y la página. Regularmente de la editorial Tusquets.
Ciorán no precisa de comentarios
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